Observo Como Escriben Mis Manos
Y Aun Rápido No Logro Entender Sus Garabatos
Pasan De Un Renglón A Otro
Ponen Comas Y Puntos, Acentúan Una Que Otra Palabra
Otras Pasan Desapercibidas, Pero Continúan
No Se Quieren Detener,
Trato De Seguir El Ritmo De Lo Que Escriben
Pero A Veces Me Es Imposible
Al Terminar Media Hoja Mis Manos Le Dan La Vuelta A Esta
Y Continúan Escribiendo
Que Sensación Tan Mas Extraña
No Logro Alcanzar A Leer Mis Palabras
Las Siento Propias Porque Son Mis Manos Las Que Escriben
Pero Parecen Tener Un Vínculo Direct A Mis Pensamientos
Las Dejare Escribir Hasta Que Terminen
Como Siempre Hago
Ya Que Terminen
Admirare Su Obra.
Y Aun Rápido No Logro Entender Sus Garabatos
Pasan De Un Renglón A Otro
Ponen Comas Y Puntos, Acentúan Una Que Otra Palabra
Otras Pasan Desapercibidas, Pero Continúan
No Se Quieren Detener,
Trato De Seguir El Ritmo De Lo Que Escriben
Pero A Veces Me Es Imposible
Al Terminar Media Hoja Mis Manos Le Dan La Vuelta A Esta
Y Continúan Escribiendo
Que Sensación Tan Mas Extraña
No Logro Alcanzar A Leer Mis Palabras
Las Siento Propias Porque Son Mis Manos Las Que Escriben
Pero Parecen Tener Un Vínculo Direct A Mis Pensamientos
Las Dejare Escribir Hasta Que Terminen
Como Siempre Hago
Ya Que Terminen
Admirare Su Obra.
2 comentarios:
Las manos y los ojos deben estar en perfecta unión: para escribir lo que las manos han percibido alguna vez y para, al final, observar y admirar lo plasmado en el papel.
Siempre me han fascinado las manos. Aunque suene como un lugar común siempre observo obsesivamente las manos de quienes me rodéan o me interesan, son unas herramientas increibles. Me maravilla su fuerza, su precisión, la posibilidad de romper superficies ásperas o acariciar las más tersas planicies.
Además, el acto de creación está relacionada intrínsecamente con las manos.
Publicar un comentario