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era un mundo etéreo
y el un hombre ardiente
jactaba a lo lejos un hombre valiente
de clavos y espinas
y flor de castilla
su nueva carnada
del siguiente día
doraba su piel
bajo las vitrinas
de esclavos desnudos
y negros altruistas
amaba a los hombres
al ser mas valiente
amaba a las flores
el hombre valiente
quiso amar a uno
mas él no lo hacía
quiso amar a dos
no le complacía
regó muchas flores
cantó cien sonetos
rimó muchos versos
el hombre valiente
el hombre valiente
perdió la batalla
el amor se esfumo
entre tantas camas
buscó a más hombres
entre grandes bosques
mares y riachuelos
desiertos, montañas
y hasta entre sus versos
el siempre buscaba
en un día tan negro
en una noche fría
quedase tan solo
el hombre cansado
quedase dormido
dentro de un establo
le despertó un sol
que el no conocía
sintió un gran dolor
que él aún no entendía
regreso de nuevo
hacia su guarida
lloró muchas noches
junto con sus días
el hombre esta solo
no es mas un valiente
ahora esta vacío
el pobre valiente
ya todo lo quiere
ya todo lo llena
pero ya no encuentra
-eso es lo que el piensa-
duerme y aguarda
cerca de su nada
cerca del jardín
que el un día regaba
ya no siente hombres
cerca de su cama
ni en versos ni en cantos
cerca de su almohada
ni atrás de su cuerpo
ni dentro de su alma
el hombre no busca
ya mas a otros hombres
el hombre no busca
ya mas nuevas camas
el hombre no dora
su piel exquisita
ya no hay ningún hombre
ninguna vitrina
ni el olor en la noche a flor de castilla
Comentarios
yo soy el que camina sin voltear...
p.d. saludos