Un desierto, frío, la playa, arena de sal, la nieve, las montañas con sus nubes.
Nuestros cuerpos sudando sensaciones,
compartiendo el mismo universo
pegados el uno al otro nos fuimos desnudando con la mirada,
saboreabas mi cuerpo y yo el tuyo,
nos desplazábamos imitando el movimiento continuo de las olas,
enseguida...
me tomabas y alejabas de tu cuerpo,
provocando orgasmos incontables,
todo para saber que volvería a tí
en cuestión de segundos;
era solo un desplante y un revés,
los pasos uno-dos-tres,
los habíamos practicado mucho antes.
Retozamos un rato sobre la cama de arena
entrelazandonos al son de la música y nuestros sonidos,
fue una noche de disfrute y extasis,
deseabamos mas pero el día nos silencio con su luz,
trayendo consigo un murmullo que hizo te arrullaras
en mis brazos.
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