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Sirvame la otra... y doble



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Ahi no mas por pura curiosida'... (Enriqueciendo el vocabulario*)
*para que las puedan Batear en caso de que les lanzen una palabrita de esas

Adivina: El dicho completo es "me tomaría un adivina", esgrimido por el bebedor en una casa ajena y con el que se invoca al buen criterio y la rapidez de reflejos del anfitrión. Éste de inmediato comprenderá que su invitado no le solicita agua ni jugo de maracuyá en polvo, sino un adivina, que puede ser un generoso whisky o una copa de tinto. Ello de acuerdo a cuánto se conocen ambos. Obviamente, se corre el riesgo de que el anfitrión se pegue un desatino y nos agasaje con menta frappé o cola de mono. En tal caso, es tiempo de marcharse a un lugar más hóspito.

Agua al bote: Se dice que a un bebedor le entró agua al bote cuando comienza a cruzar el umbral de la embriaguez, lo que se manifiesta en problemas de dicción o en la torpeza de sus movimientos y, por ejemplo, derrama su propio vaso en la mesa.

Agüita: Trago, aunque no sea aguardiente. Es más bien un delicado eufemismo. Sinónimos: licorcito, licoreado.

Algo pa’ la sed: Especie de súplica por cualquier líquido que satisfaga la necesidad inmediata.

Algo pa'l aprete: En una jornada de libaciones amables, con vino o cerveza, llega un momento en que los bebedores manifiestan la necesidad de cambiarse a una bebida de mayor gradación alcohólica, como acto de fin de fiesta. En comparación a las comidas, es como cambiar el alimento de la sopa por unas chuletas de cordero bien grasosas. Es decir, algo que amojone.

Ampolleta quemada: En una mesa, cuando se ha vaciado la botella de vino, se dice ampolleta quemada porque es necesario cambiarla por otra nueva. Generalmente, hay un encargado de acarrear las ampolletas nuevas, lo que se conoce como apoyo logístico.

Aperitivo: Tipo de bebida que abre el apetito y despeja las vías intestinales, a fin de recibir los posteriores excesos de comida y alcohol.

Baldear las tripas: En la mesa de un bar, cuando es un solo bebedor el que está pagando todo el consumo, se dice que le baldea las tripas a sus interlocutores.

Baldear la cubierta: Acción matutina destinada a limpiar los estragos de la noche anterior con ingentes cantidades de agua mineral. Un buen bebedor es precavido y, aunque logre llegar a la cama apenas por navegación inercial, nunca olvida dejar apostada al alcance de la mano una botella de la indispensable Cachantún, con gas.

Bajar botellas: Acción de beber. Se origina en que en ciertas cantinas no retiran las botellas vacías de la mesa, a fin de mantener una contabilidad indesmentible, y son los propios bebedores quienes las bajan al piso, para abrir espacio a las nuevas.
Bajativo: Trago fuerte que se bebe al final de una jornada o una opípara comida.

Bajativo de la casa: Eufemismo con el que algunos restaurantes pretenden pasar por generosos e invitan el trago final por cuenta de la casa, que por lo general no es más que una manzanilla mezclada con algo de menta o aguardiente. Prescindible. Se recomienda robarse el vaso, a modo de represalia.

Bigoteado: Pócima que se origina de la recolección de restos de vinos en los vasos de una cantina. El término también se usa de modo peyorativo para referirse a algún vino de calidad dudosa.

Blanquito: Término afectivo para referirse al vino blanco. En las mañanas, es común que se solicite “un blanquito con ginger ale” como un bálsamo para un cuerpo herido. También, por la excesiva suavidad y falta de compromiso de este último, es conocido como cacha floja, en alusión a un acto sexual desganado.

Borra’o: Bebedor en un estado tal de embriaguez que pierde la memoria.

Bronceado de cantina: Aspecto físico acusatorio de un bebedor, con el que no puede desmentir su hábito.

Bulto: Ebrio incapaz de moverse por sí mismo, y que debe ser transportado solidariamente por sus amigos.

Cabezón: Dícese de un vino o un trago excesivamente fuertes o embriagadores. Para el caso de los segundos, un sinónimo es: aguachento, por el color que adquiere, por ejemplo, una piscola cargada más al pisco que a la Coca Cola.

Callampeao: Trago de alta gradación que apela a la virilidad de los bebedores para enfrentarlo.

Caña: Clásico vaso de vidrio tosco que constituye la más acostumbrada medida de vino servido a granel. También, “andar con la caña” es sinónimo de una resaca evidente.

Chela, cheluca: Denominaciones afectivas de la cerveza.

Chupa: Acción de beber de modo directo al pie de la pipa o tonel de vino, mediante una sencilla manguera conectada al recipiente y valiéndose de la ley física de los vasos comunicantes. Sinóminos: chupar, chupeta.

Cocido: Sujeto ebrio. Un origen probable es el aspecto rojo y sudoroso de los borrachos, similar al de los crustáceos cocidos a la olla.

Combinado: Cualquier mezcla de un solo licor con una bebida gaseosa. De ellos, el más conocido es la piscola, llamada el trago de las putas. Otro, el Cuba libre, posee connotaciones políticas y en el sur de Chile se le llama también mentirita, porque "no es cierto" que Cuba sea libre. Otra acepción, el combinado nacional, indica una mezcla de cualquier gaseosa con licores originarios de otras partes del mundo pero fabricados en Chile. "¿Va a querer la whiscola con whisky nacional o importado?", suele preguntar el barman. Las resacas producto del combinado nacional se cuentan entre las peores del mundo. El combinado es la opción de los que se quedaron a medio camino en la pirámide de la bebida, ya sin posibilidad de ascenso.

Como pico: Dícese de una persona muy ebria. El origen de la acepción es incierto, y tal vez sólo se deba a la idea de relacionar la embriaguez con el órgano genital masculino en estado fláccido, imposible de mantenerse erguido.

Como zapato: El dicho entero es curado como zapato. Alude a una persona extremadamente ebria, y se relaciona con el estado en que termina un zapato luego de una larga caminata: blando, maloliente y empolvado. Sinónimos: como tagua, como piojo, como manga. Ninguno de ellos posee un origen o explicación claros.

Copeo: Acción de beber. Término con el que se denomina la libación en círculos castrenses. Se cuenta que, en 1934, después de la muerte del sargento mayor don Alcibiades Núñez, quien combatió en la Guerra del '79, se halló en su faltriquera un apunte de los grados o etapas progresivas de la celebración militar. Dice:
1. Gran copeo o copeo formal.
2. Sobre copeo a discreción.
3. Exaltación de la amistad y la camaradería.
4. Brindis por las Glorias Nacionales y por el Mando.
5. Sobre copeo.
6. Himnos militares y cantos regionales.
7. Nuevo copeo.
8. Insultos al clero y a las autoridades establecidas.
9. Copeo de relleno.
10. Críticas al rancho y al Mando.
11. Copeo completo de las existencias del parque etílico.
12. Desfile y quema del inmueble.

Copete: Antigua denominación de las bebidas alcohólicas. Se cree que deriva de la palabra copa, utensilio traído por los primeros españoles a América. La utilización del término copete es amplia, tanto para referirse a porciones de vinos o licores. El diminutivo copetillo también se usa se modo universal.

Cosita, cosiaco: Trago generalizado. El diminutivo, como se ve, es recurrente en la jerga de los bebedores, así como la intención de disfrazar la peligrosidad de las bebidas.

Cufifo: Sujeto algo pasado de copas, estado que se manifiesta por una mala pronunciación de las palabras.

Curahuilla o curagüilla: Bebedor excesivo o reconocido por su hábito. Pero a la vez puede referirse a un tipo de bebedor cuya resistencia al alcohol ha sido minada por los excesos en la vida. Para este último caso, un equivalente es: tener la sopaipilla pasada.

Descorche: Acción de destapar una botella de vino, pero también alude al sonido del descorche, música con la que muchos quisieran ser enterrados. Un sinónimo muy poético es: sacarle el viento.

Dragón: Aliento de un bebedor, en el que evidencia su estado. Sinónimos: tufo, bocana’.

El enemigo: Dícese de aquella persona que impide o dificulta la misión del buen bebedor. Por lo general, para los mayores, es la esposa o la suegra. También puede tratarse de un médico apocalíptico que amenaza con los peores males, cardíacos o similares, si levantamos una copa más.

El maldito: Denominación que se le da a cualquier tipo de bebestible cuando, producto de su ingesta, se abandonan las responsabilidades o se cometen actos reprobables y reñidos con la moral judeocristiana.

El otro: Su significado no es tan obvio como parece, pues el otro se refiere más bien a la continuidad en el beber, ya que un trago en la mesa nunca es el último sino que siempre se espera que venga el otro, y así. Otro término parecido es the last one, bien inglés la cosa, que también posee un ardid para transformar en eterna la pedida al garzón, pues luego se le solicita el último last one. Y así.

El tonto, el tontito: Trago en general. Recoge la idea de que el alcohol puede parecernos un líquido inofensivo, o tonto, aunque en realidad nunca lo es, sólo disimula bien sus armas.
Endieciochado: Sujeto que ha estado bebiendo por varios días, sin que obligadamente se trate del período de Fiestas Patrias.

Entre pera y bigote: Se alude a la boca como una descripción geográfica del cuerpo, en donde se van a depositar los mostos y destilados varios. Ponerle entre pera y bigote es una referencia poética al acto de beber.

Escorado: Bebedor herido de muerte por la cadencia de botellas, debido a lo cual se inclina o se escora peligrosamente hacia babor o estribor.

Escudito: Generalización de la cerveza a partir de la marca de preferencia indiscutida por los buenos bebedores.

Fanschop o fanchó: Postmoderna mezcla, más o menos 1/1, de schop o cerveza con Fanta, menjunje propio de los bebedores tiros cortos o de las señoritas acartuchadas.

Frásquetbol: Alusión al acto de beber como un deporte practicado en forma profesional. En detalle, se trata del movimiento del brazo portando la copa, o el frasco, desde la mesa a la boca. Sinónimos: rayuela corta, copétebol.

Fuerte: En el campo, en donde se acostumbra a tomar sólo chicha o vinos a granel, es frecuente que el dueño de casa conserve una botella de pisco o grapa, a la que se llama fuerte, y que amenaza destapar constantemente cuando ya se ha bebido todo lo demás. Parte del rito es mostrar antes el fuerte, de modo que no quepa duda de su existencia.

Genio: Dícese de aquella virtuosa persona de buen olfato y buen oído que, de manera instantánea, aparece cada vez que se destapa una botella.

Gregoriano: Periplo en el que un bebedor entra a todas las cantinas de un barrio, o de una calle, para beber un solo trago en cada una. Sinónimo: Barear.

Guagua: En la barra de un bar, al preparar un trago, se conoce como guagua al pequeño residuo que queda en una coctelera. Un barman atento espera que su cliente dé algunos sorbos a su copa y enseguida se la recarga con el sobrante. Si el barman, por el contrario, esconde el residuo o simplemente lo bota, se le conoce como abortero, porque hace desaparecer la guagua.

Guaraco: Bebida incierta que apela a la sorpresa: Te invito un guaraco. Tomarse un guaraco puede ser tanto una caña de sidra como un vodka tónica, dependiendo de la generosidad de quien invita. Es otra forma amistosa de referirse a la bebida.

Irse de copas: Acto de salir de la casa a beber en grandes proporciones, a veces sin retorno. Un concepto similar proveniente de las Españas es ir de chateo, aunque es preferible el chilenismo preciso y libre de malentendidos: salir a tomar.

Irse de Ulloa, de Urrutia o Guajardo: La expresiva sonoridad de estos apellidos se aprovecha para ilustrar el acto de vomitar.

Juan Vicente Gómez: En una rueda de bebedores de cerveza, el primero en ponerse de pie para ir al baño a desbeber es llamado Juan Vicente Gómez. Ello porque se recuerda que ese feroz dictador venezolano (1859-1935) sufría de incontinencia, por lo que su gran comitiva debía detenerse cada media hora en el trayecto, para que Gómez pidiese un baño prestado en la casa más cercana. (Hace unos meses, me hallaba bajando unas botellas de rigor con mi amigo Sergio Hernández y su chiquilla, ambos conocedores de la primera edición de este Manual. En un momento ella, la Karina Fuentes, se levantó de la mesa para ir al baño y quiso citar mi libro para confirmar que lo había leído. Al ponerse de pie dijo: "Vicente Pérez Rosales". Bueno, anduvo cerca).

John Wayne: Modo de beber el whisky sin hielo, como se ingería el whiskey americano en el Far West. El dicho completo es: beber a lo John Wayne.

Ladrillo: Vino en caja. El término se popularizó rápidamente con el advenimiento de este práctico tipo de envase para los mostos. Luego surge la derivación: pegarse unos ladrillazos, es decir, beber mucho vino, pero en caja.

Lengua traposa: Efecto que provoca el alcohol en la dicción de un bebedor, lo que suele ser la primera prueba de su embriaguez.

Litreado: Modo despectivo para señalar el vino a granel.

Loro: Tipo de escalfina con un pico muy aguzado, lo que origina su nombre. En ciertos locales se le usa de patrón de medida.

Los con hielo: Porciones de whisky. En una tarde de ingesta, siempre llega el momento de limpiar la mesa, ordenar los trastos del asado y traer los con hielo.

Mañanera: Primera porción de trago en el día, ya sea para posponer las torturas de la resaca o para comenzar una buena jornada bebiendo sin prisa.

Manejar el camión con loza: Referencia a la extrema delicadeza con que un conductor agarra el volante de su camión, si lleva una carga delicada: con un gran arco de los brazos, muy sujeto el manubrio e inclinado hacia adelante. Es decir, la misma posición que asume un bebedor ante la taza del baño, cuando va a vomitar.

Medio filo: Bebedor en el ideal estado intermedio, entre la sobriedad y la pérdida de los sentidos. El medio filo es un momento supremo y que, sin embargo y por desgracia, no puede ser permanente.

Meona: Cerveza, aludiendo a su carácter altamente diurético, lo que obliga a interrumpir a cada rato la conversación por las permanentes carreras al baño.

Metro cuadrado: Mítica medida de ingesta alcohólica, equivalente a botellas de cerveza acumuladas en una mesa de modo que cubran un metro cuadrado de superficie, y no necesariamente para muchas personas.

Mona, o andar con la mona: Se le otorgan a la resaca características corpóreas, con la idea de que es un animal grande arrimado a los hombros del bebedor, por lo que pesa, incomoda y huele mal.

Navegar con instrumentos: Habilidad que posee el buen bebedor para no verse afectado por la embriaguez, y ser capaz de retirarse del recinto en que se ha ingerido alcohol, llamar a un taxi, pagar el taxi, llegar a la casa, abrir la puerta, entrar a la pieza, acostarse y domir a salvo. Todo esto sin recordar absolutamente nada al día siguiente. también se le llama navegación inercial.
Oreado: Bebedor al que se le ha espantado la borrachera, y que se encuentra una vez más dispuesto a continuar con su deber.

Pálida: Estado catatónico que sufre cierto tipo de bebedor cuando ha excedido el límite de su resistencia (ver el bebedor Pálido, página 41). El dicho completo es: le vino la pálida.

Palomo: Trago de anís con Cachantún al que se atribuyen propiedades curativas de la resaca.

Paraguazo: Bebida no determinada que se ingiere de manera rápida o violenta. Sinónimos: farolazo, guaracazo, guaracón.

Par de dedos: Medida ideal de un whisky seco.

Pato amarillo: En un grupo de amigos, cuando uno de ellos ha caído en desgracia económica, los demás le pagan la bebida por el tiempo que fuese necesario, lo denominan pato amarillo y jamás lo considerar un bolsero. De modo simbólico, al infortunado momentáneo suele entregársele una tarjeta de pato amarillo, para que beba con la misma soltura de un sujeto solvente. La solidaridad es una característica muy enquistada entre los bebedores.

Pencazo: Clásica denominación de la bebida, cuyas raíces se pierden en la tradición popular chilena. Al igual que guaraco, el pencazo no indica a qué tipo de líquido alcohólico se alude. El vocablo proviene de la penca o chicote de los caballos, con lo que se reafirma la idea de que beber suele ser un acto violento, un golpe, y que puede acarrear llagas.

Pertrecho: Conjunto de botellas necesarias para cualquier operación de ingesta. De aquí deriva el jefe de pertrechos, autoridad que determina las cantidades exactas de alcohol que demandará una fiesta, por ejemplo, de acuerdo a su duración y al número y habilidad de sus participantes. Luego, ese número se multiplica por tres, apelando a las reglas del cálculo integral inventadas por Isaac Newton.

Picado: Vino que ha comenzado su estado de descomposición para transformarse en vinagre, aunque no necesariamente se le rechaza como bebestible.

Pilsoca: Modo familiar de referirse a la cerveza. Sinónimo entre los estudiantes universitarios: pil.

Piñón: Poética referencia al fruto de las araucarias. Un piñón debe cocerse mucho rato para que se pueda abrir. Por tanto, se le llama piñón al amigo fiel que lo acompaña a uno en las contiendas, el que una vez medio ebrio invita un par de corridas de copas. Es decir, el piñón cuando está cocido se raja.

Pituca: Vaso o copa de vino relativamente pequeños que se bebe muy temprano, antes de las 10:00 AM, en cantinas o clandestinos. El nombre radica en la forma siútica o amanerada como se le sostiene, con el dedo meñique levantado cual si fuese un estandarte.

Prendido: Sujeto que ya ha comenzado a beber y que, como si fuese un artefacto eléctrico, se encuentra prendido a su máxima potencia de ingesta.

Puerta embrujada: Típico de los bebedores débiles que regresan a casa acusando ciertas heridas producto de la ingesta, y que son incapaces de refrenar el vaivén, como si fuese un barco en un temporal. Entonces, con las llaves no pueden acertar a la chapa de la puerta. Todo el cuerpo se les mueve, y en ese caso nada mejor que echarle la culpa a la puerta, que en verdad es ella la que no se queda quieta o que, dicho de otro modo, se trata de una puerta embrujada. (Debo confesar que una vez, hace muchos años, me ocurrió una variante de la susodicha puerta. Vivía yo en un cuarto piso, y una noche llegaba a mi casa levemente herido. Quise abrir la puerta, y la llave no entraba. De pronto me percaté de que me había equivocado de piso, y que trataba de abrir una puerta del quinto. Eso vendría siendo como escalera embrujada).

Puesto: Bebedor en estado de gracia, es decir, con la correspondiente porción de alcohol en el cuerpo.

Poncheroso: Dícese de aquel bebedor que manifiesta una notoria barriga (una perra) producto de años de ingesta, principalmente de cerveza.

Quitapena: Nombre clásico de los restaurantes o cantinas ubicados en las cercanías de los cementerios, donde se supone que el bebedor acude para llorar las penas por un difunto.

Recoger frutillas: Referencia al andar inclinado de los bebedores que manifiestan tempranas heridas de guerra. Las frutillas crecen a ras del suelo, y para cosecharlas uno debe agacharse de manera considerable. Este refrán proviene de las tierras magallánicas.

Seco: Referencia a la única manera en que un buen bebedor acepta los más grandes licores: sin agua, sin hielo, sin adornos ni guarifaifas.

Sonrisa de tigre: Feo rictus que adquiere el rostro cuando se ha probado un vino avinagrado o de nula calidad. Por derivación, es un modo despectivo de referirse a un mosto.

Trago: Porción de bebida alcohólica de alta gradación, por lo general en estado seco. El trago es también la denominación universal, y en ciertos casos cubre todo el espectro de las bebidas. Andar pasado a trago, por ejemplo, indica el olor etílico de una persona, sin importar si es vino, cerveza o fuerte. Por la tendencia nacional al diminutivo, es más común la acepción traguito.

Salucita: Diminutivo de salud.

Schopete, schopetín: Términos festivos y cariñosos para referirse al schop, y que lo emparienta con el chupete de los niños.

Tapado: También se origina en el campo, en donde se bebe vino a granel o de damajuanas o chuicas. Un tapado, entonces, es la botella de vino encorchado que el dueño de casa guarda para una ocasión muy particular.

Té: Vino pipeño servido en taza de té, ardid con el que se elude a la Ley de Alcoholes en ciertos recintos, como el Mercado Central, en donde está prohibido expender bebidas alcohólicas.

Tecito con hielo: Whisky, para mencionarlo con sutileza en las tardes, por ejemplo, cuando se supone que aún no es hora de beber un buen destilado.

Tequilazo: Trago, que no necesariamente es tequila, sino que recoge su nombre para asociarlo con la masculinidad y valentía de los soldados de la Revolución Mexicana.
Tintolio: Forma afectiva y juguetona para referirse al vino tinto.

Tonto amarillo: Término que se utiliza para señalar al whisky, a fin de evitar la palabra inglesa pues su sola mención acarrea sospechas de arribismo. Su origen es muy incierto, se le nombra así en los cerros de Talcahuano, pero también en la zona de Arauco, entre Lota y Lebu, lugares en donde no se pensaría que se bebe whisky de modo tan frecuente.

Tripula'o: Denominación utilizada en el campo para referirse a diversos tipos de mezcla de bebestible, como, por ejemplo, chicha de manzana con aguardiente.

Una güeá que cure: Urgente demanda de un buen bebedor, a fin de que le sea proporcionado algún potaje de contenido alcohólico, a la brevedad.

Viento en contra: Andar dubitativo de los bebedores ya afectados por el exceso. Es una buena estrategia echarle la culpa al viento, como si uno fuese una goleta en una marejada.

Voltear: Acción de botar al suelo a un bebedor por el excesivo consumo de alcohol.

Winsconsin: Variación graciosa de la palabra whisky.

Whiskacho: Antiguo modo de referirse al whisky en las clases sociales altas, y que luego ha sido imitado burlonamente por los demás estratos. En la actualidad, nadie dice whiskacho con seriedad, salvo los que juegan en la liguilla del ascenso social.

de ahi las copy-pastie..http://www.titolandia.cl/DICCIONARIO.htm

Comentarios

Jonas dijo…
En mi Pais tenemos una que otra denominaciones en especial para las borracheras como por ejemplo:

Happy: esta en el cual el individuo se a tomado uno que otro trago y surgue una alegria loca, y una rie de cualquier babosada...

Jumo: estado de completa borrachera...grado en el cual esta bien pero bien borracho...

Suape (trapeado): el nivel mas extremo en borracheras en el cual te arrastras por el suelo y das simplemente pena...

Dando Asco: borrachera de amargura amorosa el la cual solo hablas de que estas sufriendo de amor y todas las pinches canciones, no importando la letra te pone melancolico...
Este post será de consulta para mis viajes a tu pais, agradecido.
Saludos
Cruz
EL ATEO dijo…
Ya deja de pistear, que te pones bien pinche mal...
Jonas: tks por la contribucion

cruz: claro se llevara unas sorpresas, pero usted arremeta con todo

el ateo: pinche mal... jaja gracias por su contribucion
Jj dijo…
Yo quiero un metro CÚBICO!!!!!!! YAAAAAA!!!!!
chemohis dijo…
Muy buena lirica y eso ke el TJ no toman tanto komo aka en Chikali. , muy buen blog. dama muy bueno.
oyarbanauta dijo…
Llegué a este blog buscando la palabra escalfina, pero nunca la encontré
Anita dijo…
Está en la definición de la palabra Loro. Llegué a este blog buscando lo mismo..jajajj

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